Todos somos líderes.
Basta con emprender el camino hacia dentro.
Encontrar la propia verdad y ayudar a otros a encontrar la suya.
Caminar juntos. Ascender la montaña.
Camino a la Cumbre, movilizamos
En a la Cumbre, aprendemos.
Desde la Cumbre, inspiramos.
No creemos en caudillos ni en redentores.
Creemos en el riesgo, en la comunidad y en el autoconocmiento.
En la compasión, en el infinito valor de la naturaleza, en la visión de los abuelos.
El disenso nos estimula.
Aprendemos del fracaso.
Crecemos.
Nos inquietan los caminos de quienes lograron sus sueños.
Llegamos a la Cumbre para descubrir de qué estamos hechos.
Descendemos la montaña para explorar nuevas perspectivas.
Creemos en el cambio.
Lo generamos.
Somos el destino de los líderes de América Latina.