HISTORIAS

Un nuevo sentido del éxito empresarial

De la generación de dinero a la generación de impacto: ¿tiene sentido financiero la nueva mentalidad empresarial?

Por Maria Emilia Correa*


Los negocios no tienen por qué servir solo para conquistar y destruir, sino que pueden emplearse para crear confianza, colaborar y construir.

Ezequiel Escobar es un hombre joven, a su corta edad ya ha tenido un nivel de éxito profesional con el que solo soñamos la mayoría. Aunque podría confundirse con un universitario, sus épocas de estudiante han quedado atrás. Este argentino de 28 años es el cofundador de USound, una de las empresas de tecnología más exitosas y más galardonadas de América del Sur.

La historia de Ezequiel empieza ocho años atrás; cuando tenía 20 años se enfrentó a una situación muy particular. Eran las primeras semanas de clases de ingeniería informática en la Universidad Católica de Santiago del Estero, en Jujuy, Argentina, a la que Ezequiel llegó gracias a un gran esfuerzo económico de su familia. Él, junto con los tres amigos con los que compartía una pequeña habitación, empezaron a notar la situación dramática de uno de sus compañeros.

Su compañero sufría de una deficiencia auditiva, por ese motivo estaba por retirarse de la universidad. Los cuatro jóvenes, que contaban con recursos muy limitados, tomaron la decisión de ayudarle a su compañero. Apoyándose en la tecnología para buscar una solución, pasaron largas horas encerrados en su pequeña habitación programando. El resultado de esa iniciativa fue una aplicación que convierte cualquier celular en un sistema auditivo.

¿Cómo?, el estudiante ubica su celular cerca al profesor, se pone un audífono, conectado a través de Bluetooth, y la aplicación regula el sonido según la capacidad auditiva particular del usuario, para que este pueda escuchar con normalidad.

Aunque en el momento no lo sabían, estos cuatro jóvenes de la provincia de Jujuy dieron los primeros pasos en la creación de uSound. Hoy en día la empresa vende su servicio por unos pocos dólares al mes, y logró bajar el costo de los audífonos a tal punto, que le permite a millones de personas del mundo tener un acceso radicalmente abierto a la audición. En medio del éxito de la empresa, y de los muchísimos viajes y premios de los que disfrutaron Ezequiel y sus socios, varios inversionistas decidieron invertir millones de dólares para desarrollar uSound y la aplicación.

En ese momento los jóvenes emprendedores argentinos tenían la posibilidad de irse a vivir a Estados Unidos, y dedicarse a acumular fortuna y lujo en un ambiente de comodidad antes inimaginable para ellos. Sin embargo, decidieron traer la inversión a su pueblo en Jujuy, porque querían que sus habitantes tuvieran acceso al mundo de la tecnología.

La experiencia de uSound es sólo un ejemplo de los miles que hay en América Latina de ‘Empresas con Propósito’.

Cambio de mentalidad

El mundo de los negocios está cambiando. Es un cambio que comenzó hace pocos años pero que va ganando impulso. El nuevo panorama exige una transformación cultural en muchos niveles, y el punto de partida tiene que ver con el lenguaje. Aunque no es un hecho muy notorio, la guerra ha determinado e inspirado la manera como nos referimos a los negocios, y la forma en que actuamos en consecuencia.

Se habla de conquistar el mercado o de destruir a la competencia. Bajo la filosofía de la guerra, una empresa es exitosa cuando consolida el mercado, es decir, cuando ya no hay nadie que pueda competir contra ella.

En América Latina hay historias, como la de Ezequiel Escobar y uSound, que le están mostrando al mundo que es posible crear una empresa tremendamente exitosa desde el punto de vista financiero, inspirados en la empatía, en la compasión, en solucionar un problema de las personas y motivados a ofrecer acceso a millones de personas que hoy en día no tienen acceso a cierto servicio. Los negocios no tienen por qué servir solo para conquistar y destruir, sino que pueden emplearse para crear confianza, colaborar y construir. Ese es el mensaje de las empresas con propósito, y ese es el nuevo mundo empresarial; uno donde el principal motivador de la empresa es contribuir a la creación de una mejor sociedad.

Crecimiento empresarial sostenible

El hecho que una empresa busque contribuir a la construcción de una sociedad sostenible no implica renunciar al sueño de que esta crezca, o de tener presencia en mercados extranjeros. Lo que sí es necesario es cambiar las prácticas de crecimiento actual y explorar nuevas maneras de crecer, asegurando un impacto positivo y sostenible para la sociedad y el medio ambiente. Tenemos dos casos interesantes que iluminan un nuevo camino. En 2017 Unilever adquirió Mae Terra, una empresa brasilera de alimentación que cuenta con la certificación de empresa B, y cuyo propósito es democratizar el acceso a alimentos naturales y orgánicos. Con esta transacción, la quinta adquisición de Empresas B Certificadas, Unilever está preparándose para las necesidades del mercado futuro; un mercado que privilegia los asuntos nutricionales positivos y las empresas buenas para el mundo. Unilever está comprando empresas que son buenas PARA el mundo y aprendiendo de ellas en el proceso. En palabras de Fernando Fernandez, presidente de Unilever Brasil, “esto está perfectamente alineado con el compromiso de Unilever con la nutrición sostenible, y con ofrecer a los consumidores comida que tenga buen sabor, sea buena para los humanos y no le cueste al planeta”. Para Mae Terra esta transacción supone una oportunidad de crecimiento inigualable. Unilever es una empresa que llega a dos billones de clientes por día, por eso la posibilidad para Mae Terra de ampliar el número de consumidores a los que impacta con sus alimentos naturales y orgánicos es inmensa.

Otro ejemplo es el de Natura&co, una empresa de cosméticos de Brasil, que está haciendo algo antes impensable para una empresa latinoamericana, adquirir empresas europeas y australianas. En un lapso de cuatro años Natura compró la británica ‘The Body Shop’ y la australiana ‘AESOP’. Más interesante que la adquisición como tal, fue la manera como fusionó las tres marcas. Para ello Natura creó una empresa que se llama Natura&co. Ese nombre no quiere decir Natura y compañía; quiere decir Natura y colaboración, Natura y co-construcción; Natura y confianza.

El lanzamiento de esa marca lo hizo invitando a todos los empresarios del mundo a darse cuenta del poder que tenemos de construir confianza, de construir mejores relaciones en un planeta que no necesita, necesariamente, otra empresa gigantesca. Lo que el planeta y la sociedad necesitan es que conversemos más, y que generemos más confianza entre ciudadanos. Eso lo puede hacer una empresa, y lo puede hacer a escala planetaria. Poner los negocios al servicio de la solución de los problemas del planeta tiene un poder enorme, pero no se ha explorado al nivel que la sociedad y la naturaleza requieren.

El sector privado tiene la capacidad de liderar una transformación sostenible

Las empresas son herramientas y nosotros podemos decidir para qué sirven. Pueden servir para generar utilidades y también para solucionar problemas sociales en el mercado. La única medida de éxito no tiene que ser la utilidad financiera. Atrás deberán quedar las épocas en las que a los presidentes de las compañías se los juzga por los rendimientos económicos trimestrales, semestrales o anuales. Un mundo sostenible exige nuevos estándares de medición del éxito; estándares que incluyan, por lo menos, el impacto social y ambiental que está teniendo la empresa.

No basta con que las empresas creen un área de responsabilidad social, pues de nada sirve que una parte de la organización jale para un lado mientras el resto anula su esfuerzo jalando en la dirección contraria. Las personas tienen una capacidad tremenda para cambiar realidades, pero esa capacidad se potencia cuando grupos de personas se organizan, guiados por un propósito, para cambiar las cosas. Ya el potencial de la empresa para amasar fortunas ha sido demostrado. Llegó la hora de que las empresas demuestren su potencial para liderar la transformación hacia una sociedad sostenible.

El sueño – y el llamado – es que todos los empresarios nos demos cuenta que tenemos la oportunidad, y el privilegio, de desarrollar nuestros negocios en el mercado con ánimo de lucro y con el ánimo de solucionar problemas ambientales y sociales. Es momento de avanzar con un nuevo sentido del éxito empresarial.

 

 

*María Emilia Correa es abogada de la Universidad de Los Andes y es la cofundadora y directora de Sistema B en América Latina.

*Este artículo fue originalmente publicado en Profesión Líder 2018. La presente es una versión adaptada para CUMBRE.

 

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